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Seguridad de los plaguicidas

Muchas veces nos preguntamos…
¿Cuán tóxicos son los productos que aplican en nuestra empresa o en nuestra casas?

La respuesta tiene un poco de historia. En los 60 se usaban como insecticidas los llamados clorados que eran insecticidas con muchísima residualidad en el medio ambiente y en especial se acumulaban en el cuerpo humano a través de la grasa corporal. Se llegaron a encontrar restos de DDT en los glaciares de la Antártida.

Luego aparecieron los órgano fosforados y carbamatos que tenían un poder de volteo excelente pero su toxicidad era muy alta y solían ser peligrosa su manipulación. Actualmente se utilizan como forma de romper la resistencia o los carbamatos que se usan en tratamientos específicos para el control de alacranes y arañas.

Luego a partir del descubrimiento del poder insecticida encontrado en un árbol, el piretro, se descubre que posee un aceite, el piretrolon, del cual se empiezan a descubrir varios isómeros que tenían un poder insecticida a muy bajas dosis. Estos isómeros se los llamó Piretroides (Cipermetrina, tetrametrina, permetrina, Praletrina, d-aletrina) que son los utilizados actualmente como principios activos en muchos tratamientos domisanitaios y agrícolas.
La gran ventaja de los piretroides es que con muy bajas dosis son muy tóxicos para los insectos y de muy baja toxicidad para el ser humano y animales de sangre caliente. Para hacernos a la idea de su toxicidad, para que los productos aplicados, tal cual salen de la mochila del fumigador, deberíamos tomarnos más de un litro de dicha solución.

Otra pregunta o comentario que surge muchas veces es que “mientras más fuerte el olor que deja el insecticida mayor es su toxicidad…”
Este es un concepto erróneo. Muchas veces el “olor” que percibimos en el ambiente luego de la aplicación suele ser de los solventes que se usan para formular los insecticidas.
La cipermetrina puede estar formulada en base acuosa o con solventes orgánicos pero el principio activo es le mismo y por lo tanto su toxicidad la misma. Simplemente la diferencia de formulaciones suele facilitar el contacto entre el insecticida y la plaga.

¿Por qué el operario usa barbijo?
Si bien el producto aplicado en forma adecuada no es tóxico el operario está expuesto durante su jornada de trabajo a varias aplicaciones diarias y debe proteger su salud y evitar la toxicidad crónica por su tarea.

Actualmente la tendencia es utilizar plaguicidas que cada vez de menor toxicidad y mejorar las técnicas de control con elementos que no tengan principios activos tóxicos como las placas de pegamento para atrapar roedores o trampas de luz U.V. para atrapar insectos en placas pegajosas, larvicidas para controlar mosquitos a base de bacterias benéficas, feromonas como cebos para moscas.CONTACTENOS